sábado, 13 de enero de 2018

Entra en vigor PSD2 (directiva europea sobre servicios de pago)

Este sábado entra en vigor la nueva directiva europea sobre servicios de pago, más conocida como PSD2, una regulación que promete transformar la banca minorista europea al dar acceso a terceros a las hasta ahora infranqueables infraestructuras de los bancos. Pero, ¿cómo afectará en realidad a los clientes? Algunos ya comparan PSD2 con la irrupción de los cajeros automáticos hace medio siglo, pero los cambios tardarán años en dejarse notar.
La nueva directiva ha contado con una fuerte resistencia del sector bancario, muy reticente a abrir a terceros actores las ingentes bases de datos que manejaban hasta ahora en exclusiva, aunque siempre con la autorización de los clientes. Junto a la entrada en el sector de las pujantes Fintech, gigantes de Internet como Amazon, Google o Facebook podrían convertirse en las principales amenazas para la banca
Aunque las empresas que obtengan las nuevas licencias no estarán autorizadas a captar depósitos ni a otorgar préstamos, los usuarios podrán pasar por alto a los bancos, realizando transacciones online sin tener que utilizar sus tarjetas de crédito o débito.
Aunque los cambios son múltiples y tienen numerosas implicaciones, lo que más ruido está generando es todo lo que tiene que ver con la apertura de los servicios de pago de los bancos a terceras empresas, los denominados TPPS, por sus siglas en inglés Third Party Payment Service Providers.
Hasta ahora, los TPPS tenían serias limitaciones para acceder a los servicios de pago tradicionales de los bancos. Con PSD2, se eliminan la mayor parte de estas barreras, lo que servirá para introducir nuevos actores en el mercado, intensificando al mismo tiempo la seguridad en torno a los pagos en línea.
Con PSD2 se podrá autorizar simplemente al comercio donde se está realizando la compra para que autorice pagos en nuestro nombre a través de una cuenta bancaria. Para ello, comercio y banco podrán comunicarse a través de una API (interfaz de programación de aplicaciones) sin necesidad de recurrir a intermediarios como Visa o Mastercard que, hasta ahora, eran quienes cargaban el importe de la compra en la cuenta corriente del consumidor.
Atrás pueden quedar las comisiones que los consumidores tienen que aguantar por usar tarjetas de crédito en línea y en tiendas.
La Directiva obliga a todos los estados miembros a transponer esta normativa a su legislación nacional antes del 13 de enero de 2018. Sin embargo, algunas reglas relacionadas con la autenticación de los usuarios y la seguridad en las comunicaciones no entrarán en vigor hasta septiembre de 2018, y la implementación de las mismas no podrá extenderse más allá del primer o segundo trimestre de 2019.


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