La más que evidente amenaza de las 'fintech' añade aceleración a la brutal reconversión que la banca está sufriendo con intensidad desde hace un par de años en España. Y hablar de reconversión significa hablar de puestos de trabajo
La aparición en España de las empresas 'fintech' (acrónimo de las palabras inglesas 'financial' y 'technology') y de las 'insurtech' (acrónimo de 'insurance' y 'technology') amenaza seriamente, en un horizonte a cinco años vista, hasta un 25% o más del negocio bancario y un porcentaje menor en el asegurador.
Hace un par de años que surgieron en el mercado español, pero su expansión será exponencial en los próximos años. Se caracterizan por ofrecer los servicios que tradicionalmente eran monopolio de bancos y aseguradoras pero adaptados a las nuevas tecnologías que tienen como base internet. El sector más inmediatamente amenazado es el bancario, ya que en el mercado español las 'insurtech' todavía están en pañales.
La implantación de este tipo de empresas está obligando a bancos y a aseguradoras -sobre todo a los primeros- a embarcarse en proyectos de digitalización de sus servicios para adaptarse a estos nuevos retos tecnológicos. La amenaza de las 'fintech' añade aceleración a la brutal reconversión que la banca está sufriendo con intensidad desde hace un par de años. Y cuando hablamos de reconversión hablamos de puestos de trabajo. Si bien las 'fintech' y las 'insurtech' generarán puestos de trabajo, estos estarán relacionados con el sector informático (técnicos, programadores, analistas, etc.), pero pocos relacionados con los y las profesionales de la banca.
La digitalización supone una fuerte inversión económica para las entidades financieras, de ahí su interés en el ahorro de costes, sobre todo laborales. Desde UGT de Catalunya creemos que los equipos directivos de los bancos se equivocan prescindiendo de los puestos de trabajo que ocupan actualmente sus trabajadores y trabajadoras.
Preparación técnica, pero sin experiencia:
La venta de servicios y productos financieros, se haga presencial o telemáticamente, siempre necesitará de la preparación y la formación de un profesional del sector que esté detrás. Se equivocan cuando despiden a profesionales que llevan en el negocio bancario muchos años y que podrían aportar su experiencia en este nuevo espacio de negocio que se abre para las entidades financieras. Los quieren sustituir por jóvenes recién salidos de la universidad -a los que pueden pagar un sueldo mísero- que si bien pueden tener una buena preparación técnica, les falta la experiencia necesaria para estos puestos de trabajo.
No estamos diciendo que no se contrate a gente joven, pero estamos en desacuerdo con que esta contratación se haga por sustitución, sino que debería ser contratación por incremento. Siempre es bueno aportar savia nueva a las plantillas demasiado ajustadas que sufren muchos trabajadores y trabajadoras del sector bancario.
La sustitución de trabajadores séniors por trabajadores júniors a los que no se les ha transmitido, por parte de los primeros, la experiencia de lo que supone el negocio bancario, podrá llevar -de hecho ya está pasando desde hace unos años- a las entidades bancarias a problemas con la justicia. Vender un producto financiero incorrectamente -sea consciente o inconscientemente- provoca demandas de la clientela que en muchos casos las está ganando. En relación a este asunto, tanto las 'fintech' como las nuevas aplicaciones informáticas que quieren crear las entidades financieras, ¿están cumpliendo y cumplirán correctamente con las directivas europeas recogidas en los protocolos MiFID sobre la información que deben dar a sus clientes en relación a la diferente tipología de riesgos de los productos de inversión que comercializan?
Desde UGT de Catalunya creemos que el uso abusivo de las aplicaciones informáticas provoca una despersonalización y deshumanización en la relación con los clientes que llevará a las entidades financieras a sufrir más pérdidas que beneficios a medio y largo plazo en los diferentes aspectos del negocio: confianza del cliente, riesgos operativos, demandas por operativas incorrectas, los propios beneficios que esperan obtener de las operaciones de inversión, etc.
Además, esta carrera en la que están inmersas las 'fintech' y las entidades financieras tiene un componente de descontrol para llegar los primeros. El rastro de la pérdida de puestos de trabajo que dejarán por el camino no les beneficiará en nada: el paso de los años nos lo corroborará.
Artículo de nuestro compañero Vicenç Pérez Álvarez, secretario de organización de la sección sindical de UGT de Catalunya en Deutsche Bank
Fuente: elperiodico.com
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