martes, 21 de febrero de 2017

El nuevo sistema de partes no reduce ni la duración ni el número de bajas por IT

El Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) ha hecho públicos los datos de bajas laborales por contingencias comunes a cierre de octubre de 2016. No es el cierre del año, pero sí del primer año desde que se pusiera en vigor el nuevo sistema de partes de baja por incapacidad temporal, que modificó el tradicional sistema de partes semanales por un nuevo modelo que trata de adecuar las visitas a la duración estimada de la baja y, con ello, reducir la burocracia.
La burocracia no ha conseguido reducirse con el nuevo sistema, ya que se han eliminado los partes semanales pero se ha obligado a elaborar informes complementarios cada cierto número de partes, lo que resulta incluso más burocrático.
Además, el nuevo sistema ha eliminado la posibilidad de delegar la entrega de partes de confirmación en el personal administrativo, forzando siempre a la visita con el facultativo y ha incrementado el tiempo que debe dedicar cada médico a completar la información sobre la actividad profesional del paciente.
Los datos que acaba de publicar el INSS confirman que, además, el nuevo sistema de partes no ha conseguido tampoco reducir ni la duración media de las bajas laborales ni la incidencia por cada mil trabajadores ni el número medio de partes mensuales. El incremento producido en la duración media de las bajas y la incidencia de la incapacidad temporal por cada mil trabajadores desde la puesta en marcha del nuevo sistema de partes respecto al año anterior no ha sido elevada, pero sí confirma que el nuevo modelo no ha podido reducir las bajas ni su duración. Al menos durante su primer año de vida, pese a la previsión que existía en el INSS en esta línea, fruto de la idea de que el nuevo sistema introducía un mayor control al obligar a contrastar la actividad profesional del paciente (y con ello si efectivamente la patología impedía su desarrollo) y un mejor ajuste de la duración media de las patologías. Se esperaba, además, que el hecho de que las mutuas pudieran controlar desde el primer día de baja el proceso, acortaría los plazos de baja y el propio número de bajas.
Los datos reflejan, sin embargo, que la duración media de las bajas ha crecido ligeramente, desde los 37,8 días de media de 2015 a los 38,6 por ciento de 2016. El crecimiento de la duración media de los procesos de baja es habitual en años en los que se produce una caída del número de bajas; es decir, en años en los que se producen menos procesos de incapacidad temporal cortos (porque haya menos incidencia de la gripe, por ejemplo) y en los que, por tanto, sólo quedan en la estadística los procesos más complejos y largos, que hacen aumentar la duración media de las bajas.
Sin embargo, el incremento de la duración media de las bajas se ha producido en este último año pese a que ha crecido el número de bajas. Es decir, con el nuevo sistema de partes ha crecido tanto la incidencia como la duración media.

Fuente: Diario Médico

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